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Partimos de la base de que con anterioridad ya se valoraba la capacidad de los empleados de colaborar entre personas de diversas culturas y zonas geográficas. Hoy en día, tras el COVID-19, que ha acelerado todo tipo de comportamientos, incluido éste en cuestión, colaborar con el extranjero se ha transformado en una condición vital para los gerentes en la actualidad. En definitiva, los negocios requieren colaboración global.
Como indicaba, hemos pasado de que fueran importantes las colaboraciones globales únicamente para empresas que operaban en el extranjero a que los directivos de todos los niveles de la organización deban ser excelentes colaboradores globales. Esto se debe a que son distintos los stakeholders con los que una organización puede colaborar a nivel global y, distintos los beneficios con cada uno de ellos.
Sin duda, estas colaboraciones globales entre empleados, clientes, vendedores o otras compañías experimentan grandes desafíos para las organizaciones. Indudablemente, interaccionar con personas muy diferentes entre sí es un reto difícil. Entre los desafíos habituales me gustaría destacar la falta de confianza que nace de la diferencia de culturas y, que finalmente, se ve coartada por la escasez de puntos en común entre ambos.
DESARROLLO DE HABILIDADES PERSONALES
Pese a los desafíos y dificultades que puedan existir y, que son de grandes dimensiones, opino que salir de la “zona de confort” a nivel empresarial abrirá gran cantidad de oportunidades debido a la mayor amplitud de mente que se desarrolla en el extranjero, con otros idiomas y otras culturas. Tolerar y respetar el resto de las costumbres y, encontrar la forma más idónea de aportar opiniones sin que se sientan ofendidos requiere de un estudio previo del país y, pese a suponer todo un reto, es necesario para salir airosos en las negociaciones exteriores. A nivel personal, también enriquecerá tu vida aportando experiencias imborrables y el desarrollo de gran cantidad de aptitudes que surgen tras conocer mundo. Además, ayudará a conocerte más personalmente, experimentando acciones que están fuera de tus previsiones y que, a día de hoy, ignoras como reaccionarás. Sin mencionar que reforzará tu idioma y pronunciación a la par que forjarás variadas relaciones de amistad.
Es importante señalar que las culturas se manifiestan en dos versiones. Existe una parte visible donde las diferencias culturales son observables como el habla, la vestimenta o cómo tratan a los turistas y, otra zona invisible, que derivan de filosofías, convicciones y valores como cómo deben comportarse hombres y mujeres o, preferencias de nivel organizacional y su relación e interacción con el líder.
LA INTELIGENCIA CULTURAL
Por todo ello, es fundamental para colaborar eficazmente con otros países, fortalecer la propia inteligencia cultural. Esto es descubrir como interactúan unos con otros, determinar las diferencias de interacción entre ese país y el de origen y, conseguir manejar situaciones nuevas y desconocidas. En esta línea, creer en ti mismo, observar e intentar adoptar nuevos comportamientos adaptándote a las diferentes culturas son herramientas útiles de cara a generar confianza en ellos, ya que observan similitudes en ti, y se sienten cómodos al resultarle tu actitud familiar. Además, experimentar por ti mismo este comportamiento ayudará a entender mejor como es “ser” de dicha cultura y enriquecerá fortísimamente tu inteligencia cultural.
La confianza desarrollada de estas personas en ti es imprescindible para colaborar debido a que sólo así se es capaz de colaborar de manera permanente o a largo plazo. Esta confianza permitirá resolver problemas generados por la distancia física y superar malentendidos desarrollados por las diferencias culturales, lo que facilitará la unión entre ambos por un objetivo común y, por tanto, la colaboración en sí.
TIPS
Que esta colaboración transfronteriza sea exitosa dependerá también de la definición de “éxito” previa y de manera cuantificable para evitar malentendidos posteriores. Un paso importante que considerar es la investigación previa de los socios con los que se va a negociar, identificando el idioma comercial preferido por la contraparte y, contratar a un traductor si hiciese falta por mayor comodidad y confianza durante el pacto. Posteriormente, deberá considerar las expectativas y las formas de acuerdo, pues dependiendo de la cultura variará el orden en el que se deben establecer los detalles o si, por el contrario, habrá que establecer inicialmente un acuerdo global. Como he indicado, ganar confianza es de suma importancia y, por esta razón, recomiendo no hablar de negocios de forma inmediata sino con calma y sin prisas, para llegar a un acuerdo común. Por último, personalizar el enfoque que se llevará a cabo, mantener flexibilidad y, opinar en el caso de insatisfacción y/o preguntar en caso de duda siempre que sea necesario también es fundamental.
Para concluir, me gustaría mencionar que la globalización es la razón por la cual la colaboración global es algo necesario y presente en la mayoría de las empresas actuales. Es por ello, por lo que cualquier persona que esté dentro de una organización o vaya a estarlo debe prepararse para relacionarse con personas muy diferentes a ellas en muchos aspectos y seguir los consejos mencionados en el post. No será fácil pero la recompensa merecerá el sacrificio y los esfuerzos previos para una negociación global exitosa y duradera en el tiempo. Este objetivo para las empresas es la mejor manera para que sus empleados crezcan personal y profesionalmente.